A todos nos gusta contar historias, particularmente a medida que nos hacemos mayores. Relatar historias y, en concreto, escuchar nuestra voz nos ayudan a recordar a las personas y los detalles que nos han causado una impresión. Y, si tenemos acceso inmediato a esa información cuando empieza a fallarnos la memoria, podremos completar nuestros recuerdos.
De este modo, en las visitas a los centros de mayores se puede aprender más sobre el pasado de los residentes mientras se mantienen activas su mente y sus emociones.
Con Miigen se pueden crear recuerdos para que la familia permanezca en constante contacto con el residente en el centro. Con solo pulsar un botón, sus mayores podrán grabar su voz para contar la historia relacionada con ese recuerdo.